Artículo sobre «Avances en urología que te cambiarán la vida» en el Suplemento «Más Salud» del Diario Vasco

Alrededor del 40% de los hombres mayores de 40 años sufre algún grado de disfunción eréctil, pero “la próstata no juega ningún papel en el mecanismo de la erección del pene, aunque tiene relación directa con los nervios implicados en ella”, explican los especialistas del Servicio de Urología de Policlínica Gipuzkoa Ion Madina y Javier Azparren.

“La próstata se contrae durante el orgasmo y durante la eyaculación descarga en la uretra el líquido prostático, que se vierte al exterior junto con los espermatozoides producidos en los testículos”.

A partir de los 40 años, el hombre puede tener problemas prostáticos; a los 50 años más de la mitad pueden presentar síntomas y por encima de los 80 años afectan al 90% de los hombres.

La causa más frecuente de estos problemas es el adenoma de próstata, también conocido como hipertrofia benigna de próstata o tumor benigno, “que provoca un agrandamiento de dicho órgano y dificultad para orinar, a menudo muy severa”. Los urólogos Madina y Azparren señalan que “su aparición no guarda relación con la frecuencia sexual que un hombre haya tenido a lo largo de su vida, mucha o poca, y su presencia tampoco condiciona la actividad sexual”. Sin embargo, apuntan que “es posible que las molestias que provoca, como dolor o dificultad al orinar, disuadan de cualquier intento sexual”.

LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL

El término médico para un problema de erección es disfunción eréctil y sucede al no llegar suficiente sangre al pene para que se produzca la erección, o la sangre no permanece en el pene el tiempo necesario.

“Alrededor del 40% de los hombres mayores de 40 años sufren algún grado de disfunción eréctil y que, en muchos casos, está provocada por una combinación de factores físicos y psicológicos”.

Los especialistas hacen hincapié en la importancia de una evaluación médica adecuada “ya que la disfunción eréctil –afirman- puede estar provocada por los efectos secundarios de medicamentos o por una enfermedad física subyacente, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, fallo renal, tensión alta, estar relacionada con temas psicológicos como estrés y problemas emocionales, o por los efectos post-operatorios de una cirugía de próstata”.

En cuanto al tratamiento de la disfunción eréctil, los doctores señalan que “los medicamentos orales se pueden considerar tratamiento de primera línea”. Sin embargo, alertan que “no son adecuados para hombres que toman nitratos o ciertos medicamentos antihipertensivos como alfa-bloqueantes o doxazosina. En estas situaciones, el médico tendrá en cuenta opciones de tratamiento alternativas para la disfunción eréctil”. El mensaje esperanzador para todos es que hoy hay tratamientos muy eficaces que ayudan en todos los casos.

LAS VENTAJAS DEL ROBOT QUIRÚRGICO DA VINCI

Tras más de 150 intervenciones de cáncer de próstata con el robot quirúrgico Da Vinci, los doctores Ion Madina y Javier Azparren están más que satisfechos con los avances en el tratamiento de dicho problema. Da Vinci fue desarrollado por ingenieros de la NASA para poder realizar operaciones a distancia. Aprobado por la sociedad norteamericana FDA (Food and Drugs Administration) en 2001, hoy hay instalados 900 robots quirúrgicos en Estados Unidos, 80 en Europa y 30 en el resto del mundo. Poder contar con este sistema en Policlínica Gipuzkoa es todo un lujo para los pacientes.

En los adenomas -tumores benignos- severos que obstruyen el conducto urinario y no responden al tratamiento médico y en los cánceres de próstata, “puede ser necesaria la cirugía”, explican estos especialistas. “Como consecuencia de la cirugía, puede producirse una disfunción eréctil, lo que depende en esencia del tipo de intervención realizada, destacando ahora el mejor control quirúrgico por medio del robot Da Vinci en las manos de un cirujano experto”.

El robot quirúrgico Da Vinci elimina los riesgos de la cirugía abierta y supera las ventajas de la laparoscopia. Tal como explica el Doctor Madina, “el postoperatorio es menos doloroso, con menos pérdidas de sangre y menor riesgo de infección”. Además, el Doctor Azparren asegura que “deja cicatrices más pequeñas y permite una recuperación más rápida. Los efectos secundarios habituales en esta cirugía, como la incontinencia urinaria o la impotencia sexual, se reducen notablemente con este robot”.

SUPERA A LA LAPAROSCOPIA

El cáncer de próstata, cuando se detecta en su fase temprana, es extirpado mediante una intervención quirúrgica. Tradicionalmente este tipo de cirugía se ha realizado tanto de forma abierta como por vía laparoscópica. Sin embargo, el nuevo robot Da Vinci ofrece grandes ventajas para la cirugía prostática porque minimiza los riesgos de la cirugía abierta y supera las ventajas de la laparoscopia, a la luz de los resultados registrados desde el comienzo de su utilización en Estados Unidos en 2001.

Respecto a la cirugía abierta convencional, si bien la intervención dura más o menos el mismo tiempo -entre 2 y 3 horas-, la incisión para la cirugía es mínima, por lo que tanto el postoperatorio y los riesgos de infecciones como las molestias son mucho menores, al evitar las grandes cicatrices, el daño tisular y el sangrado consiguiente.

Y en cuanto a la cirugía laparoscópica, el robot aporta una gran ventaja, y es que permite ver el campo que se está operando en tres dimensiones, al mismo tiempo que los brazos del robot permiten una espectacular maniobrabilidad y precisión en sus movimientos, de forma que, como afirman los propios cirujanos, “al tener mucha más movilidad de ángulo que la muñeca humana, puedes realizar acciones quirúrgicas que tu propia mano no puede llevar a cabo”. Las ventajas de los pacientes que se someten a la intervención con el robot Da Vinci son notables. El 75% de los enfermos diagnosticados a tiempo puede ser intervenido con esta tecnología. Las intervenciones con este sistema duran unas cuatro horas, pero para el paciente se traducen en una operación menos dolorosa, con menos pérdidas de sangre y menor riesgo de infección, que deja cicatrices más pequeñas y permite una recuperación más rápida. El tratamiento quirúrgico de cáncer de próstata con el Da Vinci reduce notablemente los efectos secundarios habituales en esta cirugía como la incontinencia urinaria o la impotencia sexual.

RESULTADOS PATENTES

Los resultados son patentes y la mejoría de los intervenidos también. Uno de los pacientes que se sometió a la operación mediante el Da Vinci, madrileño de 65 años, asegura que “después de diagnosticarme el cáncer de próstata, intenté averiguar cuál era la opción de cirugía más adecuada para mí. Un familiar médico me dijo que tenía que buscar una solución quirúrgica basada en la robótica con cirujanos jóvenes y con experiencia. En mi vida me habían operado, no había entrado en un quirófano jamás, no sabía lo que era una anestesia, y la reacción al salir fue extraña, me sentía débil, vulnerable… Han pasado dos meses y cada día me siento mejor, estoy recuperando mi vida normal en todos los sentidos, hago ejercicio físico…”.

Los doctores han operado a pacientes de distintos puntos de España con el robot quirúrgico de Policlínica. En concreto, uno de los pamploneses intervenidos con el Da Vinci asegura que “me operaron con el robot un martes y el mismo viernes, ya me dieron el alta para volver a casa”. Asegura que “me encontraba bien físicamente; eso sí, un poco cansado. El jueves siguiente me quitaron la bolsa que tenía para la incontinencia. A partir de ahí he ido trabajándola poco a poco y a día de hoy, tres meses después, prácticamente tengo la incontinencia controlada”.