Presentación del robot Da Vinci, la última adquisición de Policlínica Gipuzkoa. Sólo hay cinco en España.
Se trata de un aparato de alta tecnología que permite grandes ventajas en la cirugía del cáncer de próstata, y que ha sido diseñado por la NASA para operar a distancia en naves espaciales y plataformas petrolíferas.
Al igual que en la laparoscopia, la intervención se realiza a través de unas pequeñas incisiones de forma que apenas hay cicatriz. De esta forma, se reducen las molestias postoperatorias y riesgos de infección.
Ion Madina: «Lo fundamental de este robot es la visión que te da. Esa visión y la maniobrabilidad hacen que, quirúrgicamente, hagas cosas que con la laparoscopia y la cirugía abierta no puedes hacer.»
Los cirujanos destacan la gran precisión y rigor de movimientos porque al robot no le tiembla el pulso, ve en tres dimensiones y su precisión es milimétrica.
Javier Azparren: «El postoperatorio no tiene nada que ver. Una cirugía abierta es un ingreso de entre una semana y diez días. El paciente operado con el robot Da Vinci está ingresado, aproximadamente, 3 o 4 días. Evidentemente, otra cosa muy importante es el dolor, dolor que prácticamente no se presenta en el postoperatorio inmediato, cosa que sí se presenta en el postoperatorio de la cirugía abierta.»
Los efectos secundarios como la incontinencia urinaria y la impotencia sexual se reducen notablemente.
El robot Da Vinci se aplicará en pocos meses en ginecología y patologías pediátricas.