Más de la mitad de las mujeres que han tenido partos naturales sufre prolapso pélvico, especialmente aquellas con edades comprendidas entre los 60 y 69 años.
Esta patología es, junto con la incontinencia urinaria, la disfunción de suelo pélvico más común en mujeres, y, pese a que no afecta al pronóstico vital, perjudica gravemente su calidad de vida. No obstante, sólo en el 21% de los casos se reflejan síntomas severos, necesitando, en algunas situaciones, intervención médica.