Transcribimos aquí la entrevista realizada a Ion Madina el 28 de octubre en el programa «Hoy por hoy San Sebastián» de la Cadena Ser. Entrevistado por Gurutz Linazasoro y Eva Monente, Ion Madina habla sobre el cáncer de próstata y los diferentes tratamientos que existen para eliminarlo.
(Escucha la entrevista a partir del minuto 10).
El cáncer de próstata es asintomático y cuanto antes se diagnostique, más probabilidades tendrá el paciente de evitar los efector secundarios que produce la intervención quirúrgica: la impotencia sexual y la incontinencia urinaria.
P. Cáncer de próstata, se oye cada vez más: ¿a qué es debido?
R. Hay varios motivos. Por un lado tenemos una población cada vez más envejecida. Por otro lado ahora tenemos el PSA —un análisis de sangre simple—, que da opción a un diagnóstico más rápido. También afectan los cambios de hábitos, como la alimentación, que hacen aumentar los casos de cáncer de próstata. Es una mezcla de varios factores, lo que convierte al cáncer de próstata en uno de los principales cánceres que sufre el varón.
P. ¿Y tal vez vivir más?
R. Evidentemente, a medida que vivimos más, las probabilidades de tener cáncer de próstata son mayores. Hay muchos cánceres de próstata que no van a ser detectados. Habrá personas que mueran con 90 años sin saber que lo tenían; y es que una de las cosas que llama la atención de este cáncer es que hasta que no ha crecido muchísimo pasa inadvertido, y sólamente con el PSA, que no es más que un análisis de sangre sencillo, detectamos la alerta para poder estudiar si realmente lo padecemos. Lo que normalmente se habla en la calle es acerca de los síntomas del agrandamiento de próstata benigno, agrandamiento que tendremos todo, a medida que envejezcamos. Para entender cómo funciona el agrandamiento benigno podemos imaginar la vejiga como si fuera un recipiente con orina. En la salida del recipiente ponemos una mandarina, y el líquido del recipiente tendrá que salir por la mitad de la mandarina. La mandarina tiene una pulpa y tiene una cáscara. El agrandamiento benigno sería como si la pulpa apretara el paso del líquido hacia la salida. Es decir, la próstata va a apretar el conducto de la orina y nos va a producir son una serie de síntomas, como levantarse más veces de noche para ir a orinar, que la fuerza de la orina cada vez es menor, lo que llamamos el síndrome del ascensor o de la llave: cuando estás llegando a casa estás sacando la llave, te entra el apretón y realmente te estás orinando. Estos son los síntomas benignos de próstata, que no tienen nada que ver con el cáncer de próstata, y que, repetimos, este no produce síntomas.
P. Pero en las mujeres, sin tratarse de la próstata, y según avanza la edad, también pasa, que tienes más incontiencia, que tienes que ir más veces al baño…
R. Sí, en la mujer este trastorno de la vejiga se puede producir después de un parto, al tener la vejiga un poco caída, por motivos psicológicos. Varios motivos provocan que la vejiga se comporte de forma diferente y hace que la mujer tenga esas urgencias, como el síndrome de la llave comentado en el hombre. La forma de tratarlo es diferente.
En la prevención del cáncer de próstata, el factor hereditario es fundamental.
P. Centrándonos ya en el cáncer de próstata, vamos a hablar sobre los factores de riesgo. Has comentado ya la alimentación, ¿hay otros factores de riesgo que debamos tener en cuenta?
R. Lo más importante es cuando hemos tenido antecedentes en la familia: un padre, un hermano, esto duplica la probabilidad de tener un cáncer de próstata. Por esto, cuando alguien tenga en la familia algún caso, el análisis del PSA debería adelantarse, si lo normal es a partir de los 50 años, en estos casos debería ser a partir de los 45 años. ¿Más factores? Podemos dirigirnos a los datos. Sabemos que en Escandinavia es donde más casos hay, y sabemos que en España, Grecia e Italia hay menos casos. Sabemos que los países asiáticos tienen muchos menos casos que los paises americanos. Podemos pensar por lo tanto que habrá un componente alimenticio y de hábitos. Por ejemplo, sabemos que hay ciertos elementos que pueden perjudicar más que otros. Pero en conjunto hablamos de un cúmulo de factores que deberemos tener en cuenta.
La próstata es el órgano que produce la fructosa, que es el alimento para los espermatozoides.
P. Todos hemos oído alguna vez que, cuando nacemos, podrían quitarnos el apéndide, las amígdalas, el prepucio, las muelas del juicio y la próstata, porque no hacen más que darnos guerra… es una barbaridad, ¿verdad?
R. Sí, es una barbaridad. La próstata, de joven, es el órgano que produce la fructosa, que es el alimento que da de comer a los espermatozoides, con lo que, de no tener próstata, tendríamos unos espermatozoides muy débiles. A partir de los 50 años sí podríamos decir que está de sobra. Pero teniendo en cuenta que quitar toda la próstata también genera problemas, fundamentalmente dos: la incontinencia urinaria y los problemas de erección. Estos problemas podemos disminuirlos con técnicas y tecnologías nuevas, porque cuando nos encontramos con un cáncer de próstata sí tendremos que quitar toda la próstata.
P. Volviendo a los síntomas, si la hiperplasia benigna sí muestra síntomas, pero en cambio el cáncer no, parece evidente que, a partir de los 50 años, todos los años deberíamos hacernos una revisión urológica…
R. Exacto. Esta revisión anual urológica consistiría en una pequeña exploración, un análisis de sangre y una ecografía, tan simple como esto. Precisamente por ser asintómatico tenemos que concienciarnos de acudir a estas revisiones.
P. ¿Y tienen ya los hombres interiorizada la necesidad de estas revisiones?, porque parece que las mujeres tienen más clara la necesidad de las revisiones ginecológicas, y que en cambio en los hombres hay cierto componente de vergüenza…
R. Está cambiando, los hombres acuden cada vez más por la próstata, al igual que acuden cada vez por temas de disfunción eréctil.
P. ¿Es un cáncer común entre los hombres?
R. Sí, es muy habitual.
P. ¿Y se detecta con las pruebas que hemos comentado antes, en la revisión urológica?
El análisis de sangre enciende la alarma, a partir de ahí, miramos más cuestiones. Normalmente para detectar un cáncer de próstata hay que realizar una biopsia, pero lo bueno es que cada vez tenemos más técnicas, como la resonancia multiparamétrica, que nos permite afinar cada vez más y mejor sobre dónde está el problema. Estamos tratando de actuar sólo sobre la zona en la que está el tumor, para curar la enfermedad con las menores secuelas posibles.
Por suerte, la gran mayoría de los de próstata tienen una baja agresividad.
P. Hablemos sobre el momento en que, detectado el cáncer de próstata, se le informa al paciente…
R. No todos los cánceres tienen la misma agresividad, y, por suerte, la gran mayoría de los de próstata tienen una baja agresividad. Lo habitual es que, aplicando los tratamientos necesarios, el paciente viva lo que hubiera vivido sin padecer el cáncer. Una vez diagnosticado, tratamos de tranquilizar al paciente, para quitarle la angustia vital por oír la palabra cáncer y le explicamos los tratamientos que podemos ofrecerle. Hoy en día, si hablamos de cirugía, o de radioterapia, o de técnicas menos convencionales, como la crioterapia o el HIFU, el paciente, una vez tratado sigue haciendo su vida normal. Como todo paciente diagnosticado por un tumor, los 5 primeros años se realizará un análisis de PSA semestral, luego pasará a ser anual.
P. ¿Cómo se trata el cáncer de próstata?
R. Va en función del paciente. En general, cuanto más joven sea el paciente, habrá más tendencia hacia la cirugía y la extirpación completa. ¿Por qué? Siguiendo el ejemplo de la mandarina para la próstata, debajo de esta hay 2 filetes, que es por donde pasan los vasos sanguíneos y los nervios que hacen que se produzca la erección. Si diagnosticamos pronto, por ejemplo, en un paciente de 50 años, donde el cáncer está dentro de la próstata y muy localizado, podremos, utilizando el robot Da Vinci actuar sobre la próstata sin afectar a esos vasos sanguíneos y nervios, con lo que conseguiremos evitar las 2 principales complicaciones comentadas anteriormente: la incontinencia y la disfunción. Por esto es fundamental diagnosticar pronto, para poder actuar sobre la próstata lo antes posible sin tocar esos nervios. Con esto conseguiremos que el paciente, antes de 1 año, recupere su sexualidad. Respecto a la incontinencia, gracias al Da Vinci podemos ser más finos y conseguir tocar menos los mecanismos de contención de la orina, con lo que la probabilidad de que ese paciente quede incontinente será muy pequeña.
P. Existen también tratamientos hormonales, ¿verdad?
R. Sí, los tratamientos hormonales los utilizamos cuando al cáncer ha salido de la próstata, cuando, sin ser metástasis, ha podido afectar ya a las vesículas, a los ganglios, y ya no tiene mucho sentido trata la próstata sino que hay que tratar la enfermedad generalizada, y ahí es donde actúan las hormonas.
P. ¿Y la radioterapia?
R. La radioterapia es otra opción. Tenemos 2 tipos: la externa, que se da en 37 sesiones, y la interna, que se llama de semillas o braquiterapia. Son también eficaces pero se suelen aplicar sobre más pacientes con más años, a los que no podríamos aplicar la cirugía.
P. Ver operar a un robot Da Vinci es una maravilla, ¿ha habido novedades en este robot?
R. Sí. El primer Da Vinci salió en Estados Unidos en el 2004 (nosotros operamos con él desde el 2008), y ha habido desde entonces diferentes versiones. El último modelo, el Xi, no tiene nada ver con el primero. Es más pequeño y la imagen que se obtiene es muchísimo mejor. Cada vez conseguimos más eficacia y precisión, lo que significa menos efectos secundarios.