El cáncer de próstata es el primer tumor en frecuencia en la población masculina y la segunda causa de mortalidad en el varón. Sin embargo, muchos hombres que desarrollan cáncer de próstata nunca tienen síntomas. De ahí la importancia de las revisiones anuales a partir de los 45 años, ya que la probabilidad de tener cáncer de próstata aumenta a partir de esa edad.
De todo ello y de los avances en el tratamiento del cáncer de próstata hablarán el jueves, 4 de noviembre, a las 19.30 horas los urólogos de Policlínica Gipuzkoa, los doctores Ion Madina y Javier Azparren. La conferencia, de entrada libre, tendrá lugar en la sala Kutxa de la calle Andía, en San Sebastián, en el marco de las Aulas de Salud de Policlínica Gipuzkoa y Kutxa.
En Policlínica cada año se realizan más de cien cirugías de cáncer de próstata mediante cirugía robótica Da Vinci. Consciente del desconocimiento que todavía se detecta entre la población masculina sobre cómo prevenir este tipo de cáncer, ha puesto en marcha una campaña de información para la prevención del cáncer de próstata.
La detección de este tipo cáncer es muy sencilla. Con un único análisis de sangre que detecta el PSA (Prostate Specific Antigen) puede descartarse esta enfermedad. En caso de que el nivel de PSA se elevado, se procede a realizarse otro tipo de pruebas que confirmen el cáncer. Los urólogos Ion Madina y Javier Azparren, jefes de la Unidad de Cirugía Robótica Da Vinci de Policlínica Gipuzkoa, resaltan que el cáncer de próstata es muy silencioso. “No suele dar sintomatología y cuando la da, ya puede ser tarde. No cuesta nada hacerse un análisis al año para que en los casos que se padezca, se detecte lo antes posible y asegurarse así un pronóstico exitoso”, insisten.
Estos urólogos apostaron hace dos años por incorporar el robot quirúrgico Da Vinci como la mejor solución en cirugía de cáncer de próstata. Tras ver que en Estados Unidos ya se estaba consolidando la implantación de este robot en los quirófanos, no dudaron en apostar por él. “A la vista de los resultados y los comentarios de nuestros colegas norteamericanos, nos empeñamos en tener uno en Policlínica, donde operamos cada año tantos casos de cáncer de próstata. Somos obstinados y nos hemos formado a conciencia para esta nueva técnica”, aseguran.
El plus Da Vinci
El cáncer de próstata, cuando se detecta en su fase temprana, es extirpado mediante una intervención quirúrgica. Tradicionalmente este tipo de cirugía se ha realizado tanto de forma abierta como por vía laparoscópica. Sin embargo, el nuevo robot Da Vinci ofrece grandes ventajas para la cirugía prostática porque minimiza los riesgos de la cirugía abierta y supera las ventajas de la laparoscopia.
Respecto a la cirugía abierta convencional, la incisión mediante Da Vinci para la cirugía es mínima, por lo que tanto el postoperatorio y los riesgos de infecciones como las molestias son mucho menores, al evitar las grandes cicatrices. En cuanto a la cirugía laparoscópica, el robot aporta una gran ventaja, y es que permite ver el campo que se está operando en tres dimensiones, al mismo tiempo que los brazos del robot permiten una espectacular maniobrabilidad y precisión en sus movimientos.
Las ventajas para el paciente se traducen en una operación menos dolorosa, con menos pérdidas de sangre y menor riesgo de infección, que deja cicatrices más pequeñas y permite una recuperación más rápida. Además, reduce notablemente los efectos secundarios habituales en esta cirugía como pueden ser la incontinencia urinaria o la impotencia sexual.
La voz de los pacientes
Juan José Lopetegui, 57 años. Pamplona.
“En marzo de este año me detectaron un cáncer de próstata. El urólogo me dio tres opciones para tratarlo: braquiterapia, radioterapia y cirugía tradicional. Al final mi hermano me convenció para acudir a la consulta de los doctores Azparren y Madina en Policlínica. Puedo decir que en diez minutos salí convencido de lo que tenía que hacer. Me operaron con el robot un martes y el viernes ya me dieron el alta para volver a casa. Como anécdota quiero contar que ese mismo viernes estuve viendo un partido de fútbol sala del MRA que se jugaban las semifinales. Me encontraba bien físicamente; eso sí, un poco cansado. El jueves siguiente me quitaron la bolsa que tenía para la incontinencia. A partir de ahí he ido trabajándola poco a y a día de hoy, tres meses después, prácticamente la tengo controlada. He vuelto al trabajo hace quince días y me siento perfecto”.
Miguel Mari Sarasola. 65 años. Arrasate
“Me operé hace un año en Policlínica Gipuzkoa. Tenía 20 de PSA y el urólogo me dijo que me tenía que operar. Por los medios de comunicación me enteré que había un sistema en Policlínica Gipuzkoa, un sistema robótico que se llama Da Vinci. Consulté con un amigo médico y me dijo que no tuviese ninguna duda. Así que fui a Policlínica, estuve con los doctores Madina y Azparren y me lo explicaron muy claro. Una vez tomada la decisión, yo tenía prisa y ellos me ofertaban operarme sin lista de espera. Acabo de hacerme la revisión del año y tengo un PSA del 0,01. Me encuentro estupendamente”.
Rafael Cifuentes. 65 años. Madrid
“Después de diagnosticarme el cáncer de próstata, intenté averiguar cuál era la opción de cirugía más adecuada para mí. Da la casualidad que tengo un familiar médico que trabaja en Canadá y en Estados Unidos y el mismo día que me dieron el diagnóstico me dijo que tenía que buscar una solución quirúrgica basada en la robótica con cirujanos que fueran jóvenes y que además tuvieran bastante experiencia. A través de distintos medios, sobre todo Internet, amigos que se habían operado a través de este sistema, consulté con amigos médicos… y al final concluí que la solución adecuada para mí era ir a Policlínica para que me operaran los doctores Madina y Azparren. En mi vida me habían operado, no había entrado en un quirófano jamás, no sabía lo que era una anestesia, y la reacción al salir fue extraña, me sentía débil, vulnerable… Han pasado dos meses y cada día me siento mejor, estoy recuperando mi vida normal en todos los sentidos, hago ejercicio físico.
Los doctores Madina y Azparren impartirán esta conferencia que tendrá lugar el jueves, 4 de noviembre, a las 19.30 horas en la sala Kutxa de la calle Andía de San Sebastián, enmarcada dentro de las Aulas de Salud de Policlínica Gipuzkoa y Kutxa.